Es el primer número de una trilogía
“Erótica” que ha alcanzado una gran fama y ha tenido una gran
aceptación en el público, fundamentalmente el femenino. Yo, más
que “erótica” la calificaría como “romántica”. Cuenta una
historia de amor entre una chica normal y un raro millonario que son
incompatibles a pesar del amor que se profesan, un argumento típico
de la novela romántica. Nos encontramos, por tanto, con una novela
estilo Corin Tellado o de Guillermo Sautier Casaseca, una historia
dramática de amor. Eso sí, no es de la castidad de estos autores,
no, en este libro no se “ocultan” los momentos más “escabrosos”,
como se decía antiguamente, la autora cuenta los continuos
encuentros sexuales de la pareja.
A pesar de ser bastante extensa y
contar con personajes bastante extraños, no se puede considerar bajo
ningún concepto que la autora profundice en la forma de ser de los
mismos, su tratamiento es muy superficial, prácticamente se queda en
los gustos sexuales del protagonista, dejando escapar anecdóticamente
unas pinceladas de su pasado, que nada explican o aclaran su extraño
comportamiento. Claro, que esto ayuda a que la novela sea más
ligera, no exija apenas atención por parte del lector, si se pierde
un detalle lo encontrará de nuevo cinco páginas más adelante, es
muy accesible a personas que leen ocasionalmente y explicaría su
gran éxito.
Desde el punto de vista erótico,
aunque las descripciones de los encuentros sexuales ocupen una buena
parte y ser una novela bastante extensa (541 pag.) resulta bastante
monótona sexualmente, resultando auténticamente repetitiva, a pesar
de tener un fondo sado-masoquista que al principio parece el tema y
luego tiene un par de apariciones, fuera de eso coitos y como algo
extraordinario alguna felación y una sodomia, sin más fantasia.
La parte dura, más que su parte
sexual, está en una relación asimétrica, una relación clara de
Dominante-Hombre Vs. Sumisa-Mujer, algo no tan extraño, al fin y al
cabo es la relación dominante durante mucho tiempo, el machismo,
plenamente admitido en nuestra sociedad hasta hace poco (recordemos
la formula matrimonial en que la mujer prometía obedecer y el hombre
cuidar). Hay que distinguir lo que es una práctica ocasional dentro
del juego sexual, y lo que es una actitud permanente de la pareja.
Para mi es una sorpresa que una autora lo plantee durante la mayor
parte del libro (aunque finalmente lo rechaza), no comprendo a la
protagonista sometida a la voluntad del hombre, no solo por los
tratos masoquistas, también por su nulo papel activo, su total
sometimiento a las apetencias del macho. Por eso no sé como ha
tenido tanto éxito entre el mundo femenino. He de reconocer que
mientras lo he leído me he llegado a preguntar si en verdad lo que
quiere la mujer (una buena parte) es el machismo.
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