Un
simpático libro, sin duda, aunque más podíamos considerarlo una
colección de anécdotas cómicas con un personaje que le sirve de
hilo narrativo. A lo largo de la novela se alternan con total
precisión un capítulo basado en la historia de la fuga del
centenario personaje y otro de su compleja biografía, pero no como
cabría esperar como una serie de “recuerdos” que van saliendo a
lo largo del argumento principal, no tienen ninguna relación.
No
se trata de un libro que se detenga en los personajes, todos ellos
son bastante superficiales, incluso el protagonista, aunque no es de
extrañar, han de ser grotescos, como los personajes de Muñoz Seca,
han de ser caricaturas de arquetipos. Los capítulos me recuerdan en
cierto modo al club de la comedia, cogen un tema, un personaje de la
historia del siglo XX, y en torno a él va sucediéndose una serie de
gags. Evidentemente, no nos hemos de tomar en serio a los personajes
reales, son tan fantásticos como los inventados.
Yo
creo que con el material que luce en el libro, sin perder el tono,
podría haber cuidado más el relato, sobre todo el principal, que
queda un poco frío, a lo que no ayuda nada el continuo corte de la
trama para pasarse a otras cosas.
En
resumen, un libro entretenido, a ratos divertido y en ocasiones te
ríes a gusto, una obra que proporciona buenos momentos, aunque
carente de un discurso más claro, más intrigante,
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