Una novela policíaca de Gisa Klönne
muy digna, desarrolla con habilidad la trama, mantiene el suspense y
te invita a seguir una página más. No entiendo muy bien la
necesidad de desarrollar toda una trama paralela, aunque finalmente
tenga una consistencia temática con la principal. Se vende como
suspense psicológico, pero los únicos personajes que están algo
desarrollados son los protagonistas, los policías, pero los
personajes que desarrollan la trama están tocados bastante
superficialmente.
No he leído otros libros de la autora,
pero me parece que sigue la tendencia de la novela negra actual de
imitar a las series de televisión, unos personajes principales, los
policías, que van desarrollando a lo largo de los libros su propia
historia, mientras resuelven un caso (o más, como en este caso).
Puede ser muy práctico para fidelizar a los lectores, pero al lector
ocasional nos causa un gran despiste.
El final de la historia secundaria, la
de Canada, no es nada creíble, desde mi punto de vista, me habría
gustado más que lo hubiera dejado con su interrogante.
En resumidas cuentas, una novela negra
entretenida, bien escrita, sin llegar a la altura de los grandes
maestros, con algunos fallos y el tener que leer todos los libros en
el orden oportuno para seguir la historia de los personajes.
Buena, con reparos.
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