lunes, 20 de agosto de 2012

Adios querida Dua



La evolución a creado un modelo de reproducción sexual basado en la pareja, ¿pero necesariamente ha de ser así?:



Hay un libro encantador que parece negarlo, aconsejo leerlo, se trata de “Los propios dioses”, una de las mejores novelas del maestro Isaac Asimov. Consta de tres partes, cada una con un título: “Contra la estupidez humana”, “Los propios dioses” y “Luchan en vano (sacada de un poema de Schiller), publicada en 1972 y que se llevo los más importantes premios de la Ciencia Ficción (Hugo, Nébula y Locus), quien no la ha leído, no sabe lo que es este género.



Su segunda parte, “los propios dioses”, es sencillamente memorable, en contra de su costumbre de contar las aventuras de los hombres y de los robots, hace una descripción detallada de los seres extraterrestre y su forma de vida.



Una de las dos especies, “los blandos”, son unos seres etéreos, incorpóreos (yo me los imaginaba como la niebla), que poseen una sexualidad reproductiva, pero no en forma de pareja, su sexo es en tríos, en su “matrimonio” es necesaria la participación de tres partes (abajo la dualidad de Platón, arriba la “trialidad” de Asimov).



Una de esas partes, Dua, la emocional, es un personaje auténticamente encantador, de ahí mi dedicatoria.



Asimov se detiene en recrear detallada y emocionalmente su sexualidad, no sólo nos muestra su convivencia y su único “coito” a tres (no cuento más), si no que nos relata la masturbación de Dua con una roca de su planeta.



No pensad que se trata de un relato erótico, nada que se le parezca, son unas páginas de gran belleza que nos ponen delante de lo arbitrario de nuestra forma y nuestra vida, de que la evolución no ha sido un complejo proceso para llegar a construir al ser humano, que no somos si no un accidente de la naturaleza.



No nos mitifiquemos, ni siquiera mitifiquemos nuestro sistema reproductor, es una de las formas que tiene la evolución de replicar a los seres.



Mi homenaje a Dua, con su sensibilidad, con su capacidad de buscar más allá de la norma y descubrir su terrible y contradictorio  destino.

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