Hoy la prensa se hace eco de unas
declaraciones de la hasta ahora Alcaldesa de Madrid Ana Botella. Sus
palabras, según se cita, son:
"Está muy claro que nos
acostamos de una manera el sábado por la noche y hemos amanecido de
otra manera el lunes por la mañana. Hoy Madrid es más de izquierdas
que la semana pasada"
Aparentemente no tiene nada que destacar, es un mero reconocimiento
de una derrota hecho tras las elecciones. Pero a mi me llama la
atención la forma de hacerla, como explica la líder del PP lo
ocurrido este fin de semana en su ciudad. Al leerla me ha dado la
impresión de que esta señora lleva tiempo sin enterarse de lo que
pasaba en la ciudad que ella gobernaba.
Yo le diría, señora Botella las cosas no pasan así, no nos
acostamos de una forma y nos levantamos de otra, en su mentalidad
conservadora la que le hace tener esa ilusión, su creencia de que
las cosas son como son, que no cambian, es lo que ha hecho que se
haya encontrado que su ciudad no era la que usted soñaba.
No sé donde estaba usted hace 4 años, ¿no se le ocurrió pasar por
la plaza más importante de su ciudad?, ¿no vio allí a miles de sus
ciudadanos acampados durante días?, a lo mejor pensaba que era un
montaje para pedir sus faraónicas olimpiadas. Es una lástima, los
cristales de su coche no le dejaban escuchar lo que gritaban aquellas
gargantas, no se enteró de los problemas que tenían sus vecinos y
que poco a poco se alejaban de usted y construían otra ciudad.
Se
cansó de ver el espectáculo, no le gustaba lo que decían, no le
gustaba que se quejaran en su ciudad, como podían ser tan osados,
con la fortuna que tenían de tenerla de alcaldesa, eran unos
perroflautas que estaban destruyendo la marca (que palabra más fea)
Madrid, con lo que le había costado ponerla en el candelero mundial
con su "A relaxing cup of café con leche
in la Plaza Mayor",
que pandilla de desagradecidos, no era posible había que llamar a su
amiga Cristina Cifuentes para que los saque de allí a palos.
Si
se fueros pero no escuchó que decían, debió de pensar que habían
ganado, que esos pocos revoltosos ante un poco de caña habían
salido corriendo, pero la dureza del cristal de su coche le impedía
oír de nuevo, no se dio cuenta que se llevaban sus bártulos al
grito de "no nos vamos, nos expandimos". Que feliz, que
sonriente... pero que en engañada, en los barrios, en los bares, en
las calles... miles de sus súbditos iban cambiando la ciudad, se
iban organizando, pero claro, los cristales que le protegen le
ocultaban el clamor que surtía a los pies de su despacho, en ese
entramado de calles que salen de la Cibeles, desde su tarta blanca
solo veía bancos y bancos (y no de sentarse).
Hace
un año, en las Europeas, el rumor que salía de las calles llego a
donde más miedo da, a las urnas, pero claro, eso era un poco de
malestar solamente, no tenía importancia, España aprovecha las
Europeas para protestar, en cuanto vean las orejas al lobo acudirán
como corderitos a la voz del pastor.
Pero...
¿Qué ha pasado?... de repente se ha levantado de la cama y resulta
que ha entrado un hada madrina y le ha quitado sus urnas... pruebe:
"Espejito, espejito, quien es la a que quieren más los
madrileños" y puede que te conteste "Es Manuela la que
ahora quieren, se han cansado de ti por no escucharles.
Y
es que las cosas no cambian de la noche a la mañana, las cosas
evolucionan y si se da la espalda a la realidad, la realidad termina
por arrollarnos. Y ahora, !!!Corre!!!, ve a la Moncloa y avisa a
Mariano, a lo mejor no ha oído nada y también le roban sus urnas.
Cantemos:
Mi
urna me la robaron, estando de romería
mi urna me la robaron, anoche cuando dormía
¿dónde estará mi urna?. (bis)
¿dónde estará mi urna?. (bis)
....
mi urna me la robaron, anoche cuando dormía
¿dónde estará mi urna?. (bis)
¿dónde estará mi urna?. (bis)
....
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