martes, 26 de mayo de 2015

Mi urna me la robaron, anoche cuando dormía




Hoy la prensa se hace eco de unas declaraciones de la hasta ahora Alcaldesa de Madrid Ana Botella. Sus palabras, según se cita, son:

"Está muy claro que nos acostamos de una manera el sábado por la noche y hemos amanecido de otra manera el lunes por la mañana. Hoy Madrid es más de izquierdas que la semana pasada"


Aparentemente no tiene nada que destacar, es un mero reconocimiento de una derrota hecho tras las elecciones. Pero a mi me llama la atención la forma de hacerla, como explica la líder del PP lo ocurrido este fin de semana en su ciudad. Al leerla me ha dado la impresión de que esta señora lleva tiempo sin enterarse de lo que pasaba en la ciudad que ella gobernaba.

Yo le diría, señora Botella las cosas no pasan así, no nos acostamos de una forma y nos levantamos de otra, en su mentalidad conservadora la que le hace tener esa ilusión, su creencia de que las cosas son como son, que no cambian, es lo que ha hecho que se haya encontrado que su ciudad no era la que usted soñaba.

No sé donde estaba usted hace 4 años, ¿no se le ocurrió pasar por la plaza más importante de su ciudad?, ¿no vio allí a miles de sus ciudadanos acampados durante días?, a lo mejor pensaba que era un montaje para pedir sus faraónicas olimpiadas. Es una lástima, los cristales de su coche no le dejaban escuchar lo que gritaban aquellas gargantas, no se enteró de los problemas que tenían sus vecinos y que poco a poco se alejaban de usted y construían otra ciudad.

Se cansó de ver el espectáculo, no le gustaba lo que decían, no le gustaba que se quejaran en su ciudad, como podían ser tan osados, con la fortuna que tenían de tenerla de alcaldesa, eran unos perroflautas que estaban destruyendo la marca (que palabra más fea) Madrid, con lo que le había costado ponerla en el candelero mundial con su "A relaxing cup of café con leche in la Plaza Mayor", que pandilla de desagradecidos, no era posible había que llamar a su amiga Cristina Cifuentes para que los saque de allí a palos.

Si se fueros pero no escuchó que decían, debió de pensar que habían ganado, que esos pocos revoltosos ante un poco de caña habían salido corriendo, pero la dureza del cristal de su coche le impedía oír de nuevo, no se dio cuenta que se llevaban sus bártulos al grito de "no nos vamos, nos expandimos". Que feliz, que sonriente... pero que en engañada, en los barrios, en los bares, en las calles... miles de sus súbditos iban cambiando la ciudad, se iban organizando, pero claro, los cristales que le protegen le ocultaban el clamor que surtía a los pies de su despacho, en ese entramado de calles que salen de la Cibeles, desde su tarta blanca solo veía bancos y bancos (y no de sentarse).

Hace un año, en las Europeas, el rumor que salía de las calles llego a donde más miedo da, a las urnas, pero claro, eso era un poco de malestar solamente, no tenía importancia, España aprovecha las Europeas para protestar, en cuanto vean las orejas al lobo acudirán como corderitos a la voz del pastor.

Pero... ¿Qué ha pasado?... de repente se ha levantado de la cama y resulta que ha entrado un hada madrina y le ha quitado sus urnas... pruebe: "Espejito, espejito, quien es la a que quieren más los madrileños" y puede que te conteste "Es Manuela la que ahora quieren, se han cansado de ti por no escucharles.

Y es que las cosas no cambian de la noche a la mañana, las cosas evolucionan y si se da la espalda a la realidad, la realidad termina por arrollarnos. Y ahora, !!!Corre!!!, ve a la Moncloa y avisa a Mariano, a lo mejor no ha oído nada y también le roban sus urnas.

Cantemos:

Mi urna me la robaron, estando de romería
mi urna me la robaron, anoche cuando dormía
¿dónde estará mi urna?. (bis)
¿dónde estará mi urna?. (bis)

....


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