sábado, 22 de noviembre de 2014

Léo, Léa: Zidrou y Benoît Springer


      Una tierna historia que sale de la pluma de Zidrou, acompañada por el dibujo del belga Benoît Springer. El dibujo de Benoît recuerda algo al de su compatriota Herge, un dibujo sencillo, expresivo, espontaneo, destinado a comunicar una historia sin asumir un papel protagonista. Su esquema de componer las viñetas es clásico y uniforme, casi siempre formando tres filas, con todas las viñetas rectangulares, sin alardes en los diseños de las página y eligiendo muy bien el tema de cada una, todo ayuda a facilitar la lectura de la historieta. El color es vivo sin ser saturado. En resumen, una gran labor de un artesano eficaz. Pienso que es un acierto su elección y que no desmerece con los dibujantes españoles con los que suele trabajar Zidrou.

      Zidrou es un guionista que ha sabido dar a su obra un sello particular, sus historias, llenas de realismo (en un mundo tan fantástico como el del cómic) están impregnadas de sentimientos, son intimistas, penetran con agudeza en el mundo interior de la gente corriente. En esta historia nos adentra en las sensaciones de una joven al rememorar su infancia con motivo de la muerte de su padre, nos encontramos ante una persona que siempre se ha sentido una segunda opción, el ser sustituta de una hermano muerto de niño, abandonada de su madre y con un padre obsesionado con su profesión, la muerte de este último desata en ella los recuerdos. La historia nos va haciendo un retrato emocional de la protagonista, en su relación con su familia, sus amistades... y el efecto que ejerce un descubrimiento que hace que cambie su imagen sobre el pasado.

      Un cómic lleno de ternura que deja un buen sabor de boca. Da gusto leer historias que podrían ser las nuestras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario